Los laboratorios clínicos son lugares de trabajo potencialmente peligrosos debido a los riesgos químicos, eléctricos, mecánicos y físicos, pero sobre todo a las posibles amenazas biológicas. Por lo tanto, es importante reducir cualquier riesgo al mínimo en todo momento. Uno de los métodos para lograrlo es elaborar procedimientos que permitan llevar a cabo acciones seguras. Como ejemplos encontramos: los procesos de manipulación segura de muestras, las normas de seguridad para el personal y los visitantes de la instalación, el uso seguro de los equipos, etc. La instalación también debe permitir la manipulación segura de microorganismos.

La norma ISO 15189 solo especifica un requisito en materia de seguridad y se limita a indicar que el laboratorio debe ser seguro y cumplir con las buenas prácticas y los requisitos aplicables. Esto requiere una formación especializada y mucho tiempo por parte del personal. El proceso de control y mejora de la seguridad del laboratorio debe estar bien coordinado. Por esta razón, es necesario designar a un encargado de bioseguridad.

En la columna de la derecha se facilita el capítulo sobre instalaciones y seguridad extraído del manual del Sistema de gestión de la calidad en laboratorios (LQMS) de la OMS. Este capítulo ofrece información comprensible y fácil de leer sobre todos los aspectos de la seguridad relacionados con prácticas de laboratorio. Todos los miembros del personal del laboratorio deben leer este documento. La OMS también ha publicado un Manual de bioseguridad en el laboratorio. Este documento ofrece una información más especializada sobre la bioseguridad en el laboratorio, y el encargado de bioseguridad debe leerlo.